domingo, 4 de mayo de 2008

Primeras impresiones

Ayer sábado nos costó levantarnos, tras el amasijo del viaje, así que salimos tarde a recorrer un poco el pueblo de Saint Genis Pouilly (Francia), donde nos estamos hospedando. Nuestro objetivo principal era averiguar acerca de un abono para el transporte público, ya que no es barato viajar en bondi con pasajes individuales: nos sale CHF 3,20 cada uno viajar desde el apart hasta el centro de Ginebra, cuando hay abonos mensuales de CHF 92. (Para que se den una idea, el franco suizo está más o menos uno-a-uno contra el dólar gringo.) Así que encaramos para la oficina de información turística, pero hete aquí que se encuentra cerrada por el feriado de la Asunción del 1 al 4 de mayo.

Lejos de amedrentarnos, nos embarcamos hacia la estación central de Ginebra, donde la leyenda contaba que se podía conseguir dicho abono. Sin embargo, antes de partir, como las compras del supermercado del primer día habían sido contra reloj (porque entramos cuando estaban por cerrar, y ya nos estaban apagando las luces), sólo habíamos podido llevar lo mínimo indispensable. Sospechando que el supermercado no estaría abierto el domingo (cosa que resultó ser falsa), volvimos y nos aprovisionamos como para toda la semana. (Un pequeño comentario al respecto de los precios: comprando con ojo crítico, eligiendo las marcas más baratas o del supermercado, que no obstante son de una calidad excelsa, los precios del supermercado son incluso más baratos que comprar lo mismo en calidad comparable en Argentina.)

Entre que llevamos los pertrechos de vuelta al apart y llegamos a la estación central (a las 6:15 PM), lamentablemente ya había cerrado la oficina de atención al público de los Transports Publics Genevois. Frustrados, decidimos ir a un shopping que habíamos visto de paso en el bus para tratar de conseguir un adaptador para poder enchufar la notebook (el genio que escribe compró aproximadamente 329 en Buenos Aires, que estarán llegando a Suiza prolijamente embalados en un container en 6 a 8 semanas).

Para cuando llegamos al shopping tras equivocarnos con el bus, pasarnos y tener que retomar, adivinen: cerrado. Sí, sí: uno de los shoppings más grandes de toda Ginebra cierra sus puertas los sábados a las 6 PM. Ah, y por supuesto que el domingo ni siquiera abre. Más frustrados aún, decidimos emprender la vuelta al apart. Por supuesto, cuando nos fijamos los horarios en la parada del bus, nos percatamos que el que nos había dejado había sido el último hasta el lunes. O sea, ya sabíamos que el bus que nos dejaba en Francia sí corría hasta pasada la medianoche, pero este otro que unía al antedicho con el shopping no iba más. Por lo tanto, tuvimos que caminar unas 6 cuadras por pasos bajo nivel sin veredas hasta llegar a la parada de nuestro bus, que pasaría en... sí, sí: una hora.

Para que se imaginen la situación: isla de concreto entre vías de tranvía en el medio de una avenida tipo ruta, ni un centímetro cuadrado de sombra (acá oscurece tarde, y los días están muy soleados), y una hora de espera sin un banco donde sentarse. En conclusión, enganchamos otro bus hasta el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN, donde en el futuro próximo científicos multinacionales intentarán crear un agujero negro utilizando una gigantesca red de imanes dipolares superconductores, haciendo que Ginebra sea el primer lugar de la tierra en ser tragado hacia la nada misma), a escasos metros de la frontera con Francia. Allí encontramos un mercadito de estación de servicio abierto, y una parada de nuestro bus con banco y todo, haciendo la espera más amena.

En conclusión, estamos aprendiendo mucho acerca del modo de vida por estos lares, y en particular aprendimos cómo resguardarnos de cometer los mismos errores. Por ejemplo, la página de los TPG tiene publicada todos los horarios de todos los buses, tranvías, ferries, etc., y aquí esos horarios se respetan. Los shoppings y supermercados también tienen sus páginas de internet con todos sus horarios publicados, y muñiéndonos de esa información, por ejemplo, hoy pudimos encontrar uno que abre los domingos, en la estación de trenes del aeropuerto de Ginebra (que nos queda muy cerca). La consigna aquí parece ser: hay un momento para todo, y la forma de vida es tal que todo puede lograrse a su momento. Para un argentino acostumbrado al caos y al desorden de la vida cotidiana, la primera impresión es chocante, pero les aseguro que no está para nada mal lo que estos muchachos tienen armado acá...

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hola chicos! Saludos desde Almagro! Me alegro de que hayan llegado bien! No se hagan drama por los horarios, es a lo primero que se van a acostumbrar. Cómo los trata ese français? O también hay supermercados chinos? Vamos a lo importante. La cerveza es buena? Estuvieron ingeniosos con esto del blog. Besos!

il gatto di Palermo dijo...

jajjaa.. es asi.. los 1ros dias es una aventura!!!...-buena aventura- q lastima lode la photo camer... pero alli de ultima hay buenas d verdad... la que yo conozco merece sus claveles...!!!
..
ABrazos!
il gatto di palermo

Javier dijo...

Estamos en sintonía por la blogósfera, ( no descuiden los post que van a hacer historia). Comienza Peter Capuzotto, te mantengo al tanto.
Flia. Bichus